Es posible que a la hora de correr sientas dolor o sobrecarga en la zona de ingles. Puede ser
debido a muchas causas, por ello, ante todo, recomendamos un buen estudio biomecánico de
la carrera si sientes este tipo de molestias para conocer la causa exacta.
Algunos corredores notan esa molestia en la zona de las ingles que les impide correr los
kilómetros que a nivel cardíaco pueden aguantar y abandonan su entrenamiento antes de lo
que quisieran debido a ese dolor. La preocupación aumenta cuando día tras día la molestia
persiste.
Antes de todo, tranquilizar a aquellos que sienten molestias de este tipo. Las molestias o
lesiones no deben ser persistentes para siempre e impedirte correr. Por tanto, aunque para la
recuperación se necesite un descanso o bajar el volumen o intensidad del entrenamiento, no
significará una pérdida sustancial de tu rendimiento, sobretodo para aquellos que tienen el
foco en un objetivo competitivo concreto como pueda ser una media maratón o una maratón
agendada en su calendario.
Lo primero que debes preguntarte es cómo estás haciendo tu entrenamiento, carga, volumen,
intensidad, experiencia, entrenamiento de fuerza, movilidad, etc. Una de las cosas que
consideramos más importantes es esa preparación de fuerza, flexibilidad/movilidad que estás
haciendo paralelamente a tus entrenos de running. Es muy habitual que los corredores que
tienen el running como deporte principal tengan abandonado cualquier otro tipo de trabajo
como el de fuerza, movilidad o flexibilidad aumentando el riesgo de lesiones. Así es que, lo
primero, pregúntate qué tipo de trabajo realizas además de los entrenos de running. Si haces
una buena preparación de tu cuerpo para el running con sesiones de entrenamiento,
movilidad y flexibilidad, y tienes este tipo de lesiones, es posible que seas de aquellos/as
deportistas con un problema biomecánico que puede tener raíz en diferentes causas según tu
cuerpo, movilidad, fuerza, etc. Por todo ello afirmamos que preparar el cuerpo para correr es
imprescindible.
Por tanto, vamos a mencionar las diferentes causas que pueden provocar esa molestia en las
ingles y por qué.
Las causas pueden ser desde la falta de preparación con trabajo de fuerza, movilidad y
flexibilidad articular, calzado, problemas patológicos, acortamientos musculares, poca o falta
de asimilación de la carga y volumen de entreno de running, técnica o el terreno entre las más
habituales. Como veis, algunas de ellas son intrínsecas al deportista y otras extrínsecas. En
consecuencia, las primeras que se deben comprobar son las intrínsecas siendo lo
recomendable un buen estudio biomecánico que pueda comprobar si viene por una falta de
trabajo o asimetría de fuerza entre los músculos del lado derecho e izquierdo,
movilidad/flexibilidad articular por algún tipo de acortamiento muscular o problemas
patológicos. Una vez analizados estos factores se podrá entender si el problema reside en algo
intrínseco o si hay que analizar factores extrínsecos como el calzado, volumen/intensidad del
entreno, terreno, técnica, etc.
Generalmente, va a ser una causa multifactorial, es decir, va a ser debido a varias causas, pero
siempre habrá una que afecte más que la otra.
El dolor que se produce en la zona inguinal tiene una consecuencia biomecánica y, por
consiguiente, se está produciendo una falla biomecánica que va a estar muy relacionada con la
movilidad articular en cadera, la capacidad muscular de los rotadores internos y externos de
cadera, la técnica de carrera y otros factores que la agraven. Debido a diferentes motivos y
dependiendo del deportista, se está generando un problema biomecánico en cadera por el
cual la musculatura está sufriendo.
Generalmente, el problema biomecánico en caderas que está provocando un dolor/molestia o
incluso lesión se ve mayormente afectado cuando la persona tiene baja preparación de fuerza
y acortamiento de la movilidad de rotación interna de caderas. Por tanto, en la recepción del
peso en el contacto existe una sobrecarga en esta zona que está llevando al límite de la
movilidad en rotación interna de cadera cuando esta es reducida y que, sumado a posible bajo
control muscular o baja fuerza, conlleva a que a la larga exista sobrecarga muscular. La
limitación de la movilidad de rotación interna de cadera puede ser ósea o muscular. Cuando
es óseo tiene mucho que ver también con la posición de la pelvis, normalmente más en
retroversión que hace que las caderas roten hacia interna unos grados menos en comparación
con una pelvis más en anteversión. Cuando se debe a acortamientos musculares también
inciden en esa posición de la pelvis más en retroversión, o acortamiento de rotadores internos
de caderas que tienden a sobrecargarse cuando llevamos al límite a la articulación en los
impactos. Si a estos factores intrínsecos le sumamos problemas patológicos, calzado
inadecuado, una técnica deficiente, etc., los problemas pueden ser un impedimento para
correr.
La única forma de saber cuál es la causa exacta, generalmente alguna/s de las mencionadas, es
realizarse un estudio biomecánico completo que pueda determinar cuál de estos factores se
dan para que se ocasione la molestia. El tratamiento puede aliviar durante un tiempo pero con
el tiempo seguirá apareciendo la molestia o la lesión porque no se han trabajado los factores
que la causan.