Denominamos cuerpo extraño a cualquier objeto de origen orgánico con procedencia externa al cuerpo humano. Los cuerpos extraños de origen orgánico pueden ser se animales (pelo, espinas, etc) o vegetales (madera, espinas vegetales, etc). Los orgánicos suelen ser metálicos, plásticos o vidrios. Puede introducirse de forma voluntaria o involuntaria en una región del cuerpo humano que no le corresponde.
En el pie se localizan principalmente en la zona plantar de éste debido a su vinculación a la carga y al apoyo seguido de la zona digital.
Sintéticamente se observan diferentes reacciones cutáneas en el lugar donde se halla depositado el cuerpo extraño tales como una reacción inflamatoria inespecífica, la presencia de una hiperqueratosis que recubre la dermis donde se halla alojado el cuerpo extraño o signos arteriales por lesión arterial.
Para diagnosticar la presencia de un cuerpo extraño, es recomendable la exploración física o de un estudio de imagen siendo las pruebas radiológicas de gran ayuda para visualizar y localizar cuerpos extraños radio opacos o metálicos. En algunos casos se puede necesitar una exploración por TAC o ecografía para visualizar el cuerpo extraño
El tratamiento consiste en la extracción con el fin de evitar infecciones y daño en los tejidos circundantes. Para ello, se aseptiza la zona y se procede a la extirpación del cuerpo extraño mediante pinzas y bisturí. En función de la profundidad y del tipo de cuerpo extraño se deberá anestesiar previamente el área a intervenir. Se aplicará antibioticoterapia en función de la existencia previa de infección. Si la herida es profunda o sucia es aconsejable la administración de la vacuna antitetánica en el caso que el paciente no tenga una vacunación actualizada.
