La braquimetatarsia o también llamada metatarso hipoplásico se caracteriza por un acortamiento anormal de uno o varios metatarsos. Visualmente se observa un dedo o varios más cortos que el resto de los demás y puede presentar una elevación de este respecto a los otros dedos.
Suele ser mucho más frecuente en mujeres que en hombres y sus causas son congénitas, asociadas a síndromes tales como el síndrome de Apert, síndrome de Turner, el síndrome de Aarskog-Scott, o adquiridas (traumáticas en periodo de desarrollo o iatrogénicas).
Básicamente la causa es genética debida al cierre del núcleo de crecimiento del hueso antes de tiempo.
Afecta mayoritariamente al cuarto dedo y de forma bilateral (en ambos pies). Cuando el acortamiento afecta más de un dedo se denomina braquimetapodia.
La braquimetatarsia conlleva tres problemáticas básicamente:
- A ciertas personas, el aspecto estético les condiciona algún tipo de actividad o el uso de calzados abiertos en verano por angustia al rechazo social.
- Matatarsalgias por el acortamiento anormal de un metatarsiano respecto a los demás puede posibilitar una transferencia de cargas hacia al resto de los metatarsianos, provocando así dolores plantares por mal apoyo.
- Dolor en el dorso del dedo afecto debido a la presión contra el calzado por su posición más elevada respecto al resto de dígitos.
Los tratamientos conservadores suelen ser los más usuales en las braquimetatarsias. Dichos tratamientos se basan en calzados anatómicos y plantillas ortopédicas con el fin de reequilibrar las cargas plantares y la biomecánica del pie.
En pacientes jóvenes se puede valorar el tratamiento quirúrgico cuyo objetivo es devolver la longitud adecuada al metatarsiano mediante un auto injerto óseo o artificial. Otras técnicas quirúrgicas utilizan fijaciones externas o internas que elongan el hueso progresivamente en un periodo determinado de tiempo.