Se denomina leuconiquia a la aparición de manchas blancas en la uña de forma congénita o adquirida.
Hay diferentes causas que provocan la leuconiquia como por ejemplo traumatismos de repetición a nivel del pliegue ungueal, manicuras, el uso de detergentes o la falta de zinc u otros nutrientes en el organismo.
La leuconiquia aparente presenta manchas blancas localizadas en el lecho ungueal. Se detectan porque la lámina ungueal es transparente y dichas manchas no se desplazan hacia el borde libre de la uña a medida que ésta crece. Se presenta en cirrosis hepática, insuficiencia cardíaca, diabetes e insuficiencia renal.
La leuconiquia verdadera sí se localiza en la uña y desaparece con el crecimiento de la uña. Es debida a una disfunción de la matriz.
Existen cinco tipos de leuconiquias verdaderas:
1) Leuconiquia punteada: Como su nombre indica, aparecen manchas pequeñas diseminadas por la lámina ungueal. Es frecuente durante la infancia y por traumatismos repetitivos.
2) Leuconiquia total: La mayoría de la uña presenta un aspecto blanquecino. Es poco frecuente y se detecta en el nacimiento o en edades tempranas.
3) Leuconiquia estriada: Se caracteriza por bandas paralelas y transversales de color blanquinoso. Las causas son traumáticas, manicuras y tratamientos quimioterápicos.
4) Leuconiquia parcial: Afecta una porción de la superficie ungueal.
5) Leuconiquia longuitudinal: Aparece en rayas longitudinales y suelen causarlas pequeños tumores.
Se diagnostica por la observación, anamnesis y delimitación de las patologías causantes. El tratamiento variará en función de la causa que provoca la leuconiquia.