Las verrugas plantares. Causas, síntomas y tratamiento
Las verrugas plantares son de origen vírico, en concreto del tipo Papiloma Humano (VPH) y como su nombre indica, se localizan en la planta de los pies. Tienen aspecto de coliflor con una superficie circunscrita y con pequeñas motas negras en ella. Dichas verrugas plantares se acompañan de un anillo blanco, duro y queratósico en su contorno.
La verruga plantar es una tumefacción benigna dérmica, aunque puede aparecer en tejido mucoso denominándose entonces papiloma. Es posible la presencia de dolor en función de su localización y tamaño.
Las verrugas plantares tienen un aspecto aplanado y afectan mayormente a niños, adolescentes, así como cualquier paciente con el sistema inmunológico débil. Acceden fácilmente al individuo por medio de pequeñas lesiones a nivel dérmico como pueden ser cortes o grietas.
Aunque es cierto que en algunas ocasiones desaparecen solas, es conveniente tratarlas para evitar la diseminación en el propio paciente o el contagio a otras personas.
El medio de contagio son los ambientes húmedos que permiten al virus su permanencia tales como piscinas, duchas, saunas, etc.
Las características de las verrugas plantares son:
1.- Lesión dérmica rugosa y granulada en la planta del pie o zona interdigital.
2.- Aparición de hiperqueratosis o callosidad recubriendo la verruga plantar.
3.- Presencia de pequeños puntos negros debido a la coagulación de pequeños vasos sanguíneos.
4.- Dolor al presionar sobre la verruga plantar.
5.- Sangrado con facilidad al deslaminarlas.
Las medidas preventivas comprenden no compartir toallas y calzados, así como el uso de chanclas en zonas húmedas como duchas o piscinas. Es importante protegerse las grietas o lesiones cutáneas ya que son una vía de entrada del virus en el organismo.
Existen diversas opiniones de tratamiento para las verrugas plantares, por lo cual, la elección terapéutica variará en función de la localización, edad, grado de dolor y anamnesis del paciente.
Mayoritariamente existen otros tratamientos alternativos como son la crioterapia, la electrocoagulación, los tratamientos químicos tópicos con ácidos o bases, los tratamientos medicamentosos orales o bien en los casos que la respuesta a los tratamientos más conservadores no es positiva, se puede optar por el tratamiento quirúrgico. Este tipo de tratamiento puede consultarlo en nuestro blog en el artículo “Intervención quirúrgica de verrugas plantares”.
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